vendredi 10 juin 2011

El Fantasma de las Mayorías - Elecciones y Racismo en las Redes Sociales


La elección de Ollanta Humala ha dejado el sabor amargo de un sinfín de comentarios racistas en las redes sociales. El psicoanalista Jorge Bruce, recientemente entrevistado por Patricia del Río, en RPP(*), señala que la virulencia del odio manifestado es una manera de negar al otro y, en última instancia, de aniquilarlo. Más allá de volver a poner sobre el tapete nuestra nauseabunda y endémica tendencia a discriminar al otro, por su tez o condición social, esta irritación discursiva traduce un sentimiento colectivo, capitalino y paranoico, de amenaza. ¿Amenazados de qué y amenazados por quiénes?


Muchos electores tuvieron que hacer de tripas corazón en la segunda vuelta y optar por uno de los candidatos que fueron elegidos por una entidad desconocida, masiva y a todas luces reivindicadora, que les impuso una decisión por lo menos pavorosa. Es decir, se materializó una voluntad nacional, invisible pero vigente, que remeció las certezas de un consenso social y político en cuanto al buen uso de la bonanza peruana. Aquella presencia fantasmagórica e impalpable para Lima optó por un destino colectivo con el cual muchos no se identificaron o incluso rechazaron pero que sin embargo acatarán por impotencia, conformismo o incluso virtud cívica. Acorralados, los hay que se sienten ahora forzados a vivir en un proyecto país que no eligieron o castigados por una muchedumbre enigmática que ha tomado cuerpo y consistencia.


El afecto racista en las redes sociales, dentro de la coyuntura actual, proviene en gran medida de este surgimiento del otro, despreciado y negado, que ha transitado del silencio a la voz, de la mansedumbre a la intemperancia, es decir, de la muerte a la vida política. Los insultos funcionan como un exorcismo para que el alma o voluntad popular descanse en paz, es decir, para que regrese a su virtualidad o inexistencia. El miedo capitalizado por los medios de comunicación potencializa uno preexistente, el ser destronados de una hegemonía social, racial y económica, cuyas resabidas y apocalípticas declinaciones fueron, por ejemplo, el robo de la propiedad privada y la nacionalización. Estos términos, más allá de su sentido literal, cristalizan un temor que opone lo privado y lo nacional como dos categorías antagónicas e irreconciliables. “Nacionalizar”, en ese sentido, rima inconscientemente con una desposesión a favor de una colectividad espectral, polifacética y provinciana que ha determinado en buena cuenta el cauce de una campaña electoral orientada hacia la salvaguarda de la economía individual, como las AFP. “Nacionalizar”, en ese sentido, rima inconscientemente con dejar que ese otro acceda a la palestra pública, comparta protagonismo mediático e incluso se dé el lujo de la igualdad.


Individuo y colectivo parecen tener conceptos divergentes en cuanto a la representatividad nacional tanto así que la minoría electora, habiendo transitado de la omnipotencia a la impotencia, ha expresado su venenosa inconformidad con la mayoría electora por medio de improperios y despotriques racistas que buscan negar, enterrar y desaparecer simbólicamente a la persona de Ollanta Humala y a aquella intolerable chusma que se atrevió a rebatir sus certezas. Las redes sociales, como canal de expresión, han pretendido “corroborar” la dudosa legitimidad del escupitajo posteado dentro de una red de usuarios que confunde consenso y pertinencia.


En ese sentido, la arremetida mediática contra ese otro que ahora y más que nunca los rodea y gobierna corresponde a un encarnizamiento, inútil e ilusorio, con palabras sañudas y filudas que mutilan más al que hace uso de ellas que al supuesto aludido.






Paul Baudry

Ya cállate

Un llamado a que Chile bombardee el Perú. Un pedido de que se destruya Machu Picchu. Un deseo de que los puneños se mueran de frío. Cholo de mierda. Indio concha tu madre. Ojalá te maten. Si salgo a la calle te atropello. Estos son los escandalosos comentarios que circulan desde las cuentas de algunos jóvenes limeños en las redes sociales. Y sin embargo son los más bonitos, porque la prensa extranjera no se atreve a publicar los peores. Así estamos.
Ya no se trata de Keiko Fujimori como opositora de Ollanta Humala. Tampoco se trata de personas actuando en concertación con Fuerza 2011. No, olvídense de esos rollos: ya paso la elección y el Perú tiene un nuevo presidente. Ya no es un miedo al modelo económico de Ollanta Humala. Ni son sospechas sobre la posibilidad de que lleve al país con mano dura anti-democrática. Ya no se trata de ninguno de estos lugares comunes que agitaron la campaña electoral de los últimos meses. Algunos de estos lugares comunes podían surgir de la desinformación, del temor, de la inquietud, de la ausencia de un razonamiento claro o de la ignorancia. Si bien eran peligrosos para el país, eran ideas y sentimientos humanos entendibles, audibles, con los cuales se podían tratar. Había una posibilidad de diálogo porque las dos partes de la conversación conservaban la civilidad. Pero hoy, hemos pasado a un nuevo capítulo. Este se llama racismo puro y duro.
La nueva agresividad que brota y florece en las páginas Facebook y en las cuentas Twitter luego de la elección democrática de Ollanta Humala no es un incidente suelto, un bache. Estamos presenciando un destape de brutal de la discriminación entre compatriotas, quizás sea incluso un momento histórico para el peruano y el limeño que discrimina siempre a medias tintas. La opinión racista nunca se ha expresado de manera totalmente libre y a cielo abierto, probablemente porque los que la practican están perfectamente conscientes de que eso, en el fondo, no es una posibilidad. Porque es insostenible, es una rabia ciega y destructora, que cualquier persona con sentido común y un poco de corazón tildaría de locura si se viese expresada abiertamente en toda su magnitud. Entonces estamos acostumbrados a que la posición racista se exprese de manera más tacita, gotita a gotita, pero de manera firme y segura, erosionando la piedra nacional. Tu empleada es un mueble más de tu casa, un “cholo de mierda” que según tú se te salió cuando un chofer de combi te cerró el paso, una curiosa tendencia a tener solo amigos blancos. ¿Cuántos estamos acostumbrados a este decorado, silencioso y violento, en el que transitamos con incomodidad pero sin abrir la boca?  
El racismo callado y a la vez tan poderoso (ya que la sugestión es muchas veces más potente que la frase explícita) se olía, se temía durante la campaña. Un sector acomodado de la población incluyendo a muchos jóvenes, sin interés previo por la política, se ponían del lado de Keiko Fujimori, aglutinándose y defendiendo ciegamente su candidatura. Y ellos no estaban teniendo una conversación, un debate público, ellos se habían convertido en un muro al cual era imposible golpear con argumentos, pruebas, discursos éticos. Muro delante del cual cualquier hombre o mujer se caía lógicamente rendido luego de unas semanas de desesperante lucha por hacerse escuchar. Este muro me daba mucho miedo, me preguntaba qué era. Lo intuía, no quería aceptarlo. Ahora ya no tengo más opción que abrir los ojos.
El racismo y la violencia inaceptables que se han destapado no son el hecho de todos los miles de peruanos que votaron por Keiko Fujimori por razones diversas y variadas. No. No se trata de acusar irresponsablemente a la mitad del país. Muchos peruanos que votaron por Keiko han aceptado admirable y noblemente el resultado de la elección y llaman hoy a la concertación y a la esperanza de que el presidente que NO eligieron Sĺ cumpla su palabra. Eso es una actitud de dialogo democrática que demuestra además responsabilidad ciudadana: se pone de lado el voto personal para ayudar a mantener la estabilidad y unión del país. A ellos mis respetos. Sin embargo desear la muerte de un compatriota, la destrucción de un monumento histórico, la guerra con otra nación, no le dan credenciales a estos jóvenes peruanos para que entremos en debate con ellos. En una mesa de diálogo (muy necesaria después de la polarización electoral) no tiene lugar esta violencia irracional ni tampoco esta cobardía que consiste en bombardear escondido detrás de su pantalla. Si bien la democracia es la expresión de todas las voces, es bien sabido que las voces anti-democráticas no son aceptadas en mesas democráticas porque sería una contradicción en los términos. Esta violencia debe parar. No existe otra opción si queremos transformar este triste suceso en una oportunidad de renovarnos. Si por flojera o temor a la confrontación no reaccionamos a estas voces a las que estamos tan acostumbrados, la historia ya habrá comenzado a repetirse. El único destello de esperanza que me queda es esperar que este destape de odio haga evidente la gravedad de la fractura entre peruanos y nos lleve lejos, a nuevos horizontes de cambio. Porque tengo confianza en el criterio de tantos hermanos, “cholos” y blancos, ricos y pobres, limeños y provincianos, que no avalaran jamás esta violencia. 
Constanza Evans

lundi 6 juin 2011

Mensaje de NAK -Francia

Peruanos, peruanas :

NO A KEIKO –Francia celebra en este día el triunfo de la memoria, de la justicia y de la dignidad de los peruanos. Agradecemos a todos los peruanos y peruanas que se movilizaron junto a nosotros por encima de las distancias y de las barreras, en las calles y en las redes sociales. Gracias a ustedes transmitimos al unísono un mismo deseo: el de un Perú de oportunidades, un Perú representativo, un Perú justo, social y solidario.

Actualmente, esperamos con paciencia y optimismo los conteos definitivos de la ONPE ratificados por el Tribunal Constitucional. Cuando este proceso haya sido completado, podremos celebrar la elección de Ollanta Humala. Y este 28 de Julio de 2011, año de nuestro centésimo nonagésimo aniversario republicano, el Perú tendrá por primera vez a un presidente de izquierda social.

Más que la celebración de una victoria electoral coyuntural, este cambio implica vigilancia, responsabilidad, tolerancia, respeto mutuo y conciliación nacional. Tenemos grandes expectativas con este nuevo gobierno, y nuestro voto no es un cheque en blanco. Invitamos a todos los peruanos a participar de manera individual y grupal a construir la democracia a través del diálogo y el pluralismo. 

NO A KEIKO – Francia hace igualmente un llamado a la vigilancia frente a ciertos medios de comunicación parcializados, que están actualmente azuzando el pánico bursátil y financiero, exacerbando las dudas y miedos de los peruanos. No nos apuremos a sacar conclusiones rápidas, y esperemos que los expertos presenten las causas y las consecuencias de esta variabilidad.

Finalmente, quisiéramos recordar que los procesos electorales no deben ser una fuente de fragmentación entre peruanos. Por eso, hacemos un llamado a todos los peruanos por el respeto y la tolerancia, contra el racismo, la discriminación y los prejuicios.

¡Trabajemos juntos para construir un Perú unido!

¡Por un Perú para todos!

No a Keiko - Francia

jeudi 2 juin 2011

VIDEO INSTRUMENTALIZA VICTIMAS

Una macabra estrategia proselitista utiliza testimonios de víctimas del terrorismo con propósitos electorales a pocos días de la segunda vuelta.




El 26 de mayo la AFAVIT (Asociación de Familiares Víctimas  del Terrorismo) hizo público un video promocionando la campaña de la candidata Keiko Fujimori en el que participan tres mujeres familiares de víctimas de los movimientos armados Sendero Luminoso y MRTA. Este video no sólo rescata los testimonios conmovedores de estas mujeres víctimas de los años de violencia en el país, sino también el gran esfuerzo realizado por ellas para reconstruir sus vidas. Sin duda alguna, ellas son para todos nosotros, un ejemplo de amor a la vida y valentía.

Es indignante y preocupante sin embargo que la campaña de Keiko Fujimori se haya adueñado de estos testimonios para convertirlos en un arma de propaganda mediática. Con este video, Keiko Fujimori le atribuye implícitamente al gobierno de su padre (y se atribuye a sí misma, como heredera de éste) todo el mérito de la lucha contra la violencia de los años 1990. Debemos recordar que la pacificación resultó del esfuerzo conjunto de organizaciones y de la sociedad civil. Si hay un mérito que reconocer en nuestro país, no es el de una persona. La paz es el mérito de todos los peruanos.
Por otro lado, este video contribuye a ocultar activamente la participación de otros actores en la violencia, como lo fueron los escuadrones de la muerte dirigidos por Alberto Fujimori a la cabeza del Estado y por Vladimiro Montesinos a la cabeza del Servicio de Inteligencia Nacional. Las mujeres que participan en el video nos conmueven y apelan a que reconozcamos al fujimorismo como su salvador, cuando en realidad éste fue un agresor más en el conflicto interno armado que agitó al Perú en la década de los noventa. Sus caras y voces apelan a nuestra empatía y a nuestra humanidad, ya que su historia es la del sufrimiento y la lucha. Pero analicemos antes de ceder completamente. El informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación afirma en efecto que Alberto Fujimori fue, tanto como Sendero Luminoso y el MRTA, responsable de la violencia. No se trató simplemente de terrorismo, si no de una  violencia política generalizada en la cual la principal víctima fue la población civil.
Sin cuestionar la autenticidad de la historia personal de estas víctimas, ni su derecho a contar su historia, acusamos la manipulación que las convierte en armas para ocultar a otros que también fueron víctimas de la  violencia generada por el gobierno de Fujimori. Una víctima no tapa a otra víctima y sostenemos que una institución con auténtica voluntad de justicia social debería reconocer por igual a todas las víctimas. Un ejemplo de esto es el video propio a la CVR, en el que las víctimas se manifiestan haciendo un llamado a recordar. 


 Finalmente podemos reflexionar sobre el cierre del video que invita a todos los peruanos, a través del testimonio de las víctimas, a voltear la página o en otras palabras a olvidar. ¿Ésta propuesta revisionista no es acaso la manera más fácil de borrar un capítulo de la historia en el cual el fujimorismo tiene responsabilidad moral? Seamos críticos. Este no es un llamado a la reconciliación y a la sanación. Cada víctima tiene derecho a superar heridas profundas e inefables, pero según sus propios términos. Esta historia y esta sanación le pertenecen a cada una de las víctimas y no a tres de ellas que, aun siendo legítimas, no pueden sustituirse a una nación. Esta historia y esta sanación le pertenecen aún menos a una mujer que como primera dama estuvo íntimamente ligada al gobierno perpetrador de la violencia.
No a la negación de la historia. Sí a la verdad y a la memoria. Para que no se repita.
Alicia Matta
Constanza Evans
Paul Baudry
Bruno Bertolotti
Gisela Luján
NO A KEIKO - FRANCIA

Vivo lejos, me siento cerca

Jóvenes peruanos en Francia explican y difunden por qué le dicen NO A KEIKO este 5 de Junio. Testimonios, razones, principios que resaltan el sentimiento de compromiso y la necesidad de participación en la realidad y el futuro del Perú.